FERNANDEZ, Luis

Mimí Lazo quería ser actriz desde niña, cuando se aprendía las canciones y los diálogos de las películas de Mari Pili Cuesta, Rocío Dúrcal y Marisol. Para lograrlo tuvo que aplicar una especie de sordera selectiva ante las críticas de una familia que no aprobaba la carrera que comenzó con un comercial de 7Up y de una sociedad que celebra la vanidad pero condena un desnudo como el que realizó a los diecinueve años en la película El pez que fuma de Román Chalbaud, que le abriría las puertas para irse a estudiar actuación en Roma. Admite que escucha las opiniones, pero a la hora de la verdad va hacia delante con lo que crea y se arriesga.

En su paso por la televisión, el cine y el teatro ha dado vida a villanas, mujeres de la buena vida como la que interpreta en A 2.50 la cuba libre, la menopaúsica Brigitte de Guerra de mujeres, una protagonista que rompía paradigmas en ¿Vieja yo?, pero ninguna como Valeria, el personaje central de El aplauso va por dentro. La obra de Mónica Montañés llegó en un momento crítico, su carrera estaba en un limbo tras ser despedida de RCTV, para enseñarle a valerse por sí misma, a respetar a los hombres, pero sobre todo, a respetarse y quererse, una lección que se ha dispuesto a compartir con las demás mujeres porque confiando en que “la vocación viene adosada a una misión”, a puesto su talento a la orden para discutir —y compartir su experiencia— sobre las angustias de la mujer, su corazón, su imagen y su estima.

Vivir sin edad, es más que el título de su video de yoga, Mimí no cuenta los años ni los suyos, ni los de sus hijos, ni los que lleva junto a Luis Fernández, la vida no la cuenta en fechas, sino en experiencias de un ejercicio de ensayo y error que le permite admitir que “uno viene a aprender, no a dar clases”. Cuando la sociedad le dice lo contrario piensa en mujeres que admira como la periodista Barbara Walters o la actriz Shirley MacLaine, y acepta que aún le queda tiempo y camino que recorrer.

Aunque tenga que inventarle horas al día para disfrutar de su familia, de una película o un vino, su ambición sigue creciendo. Copa su agenda con la grabación de dos novelas, su programa de radio junto a Elba Escobar, (¿Qué tiene ella que no tenga yo?); la producción de Chicago, High, Todo acerca de Betty y la obra que protagoniza, A mi gordo no me lo quita nadie, y con su trabajo en películas como Liz en septiembre de Fina Torres, El hombre que todos queríamos ser, y otras en producción, le quita la ansiedad la espera y la estatuilla dorada parece estar cada vez más cerca. M. A.

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