7 agosto, 2023
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MESTRE, Anibal
Después de haber hecho un postgrado en Alemania, Érika Yelo decidió no dedicarse a su carrera como abogada constitucionalista sino a algo que en verdad le apasionaba: el diseño de accesorios. Aunque empezó diseñando para sí misma, las joyas elaboradas por esta maracucha residente en Caracas calaron en el público, el cual le fue pidiendo introducir sus creaciones en el mercado. Con accesorios inspirados en simbologías multiculturales y siempre tratando de enviar alguna clase de mensaje, la marca que lleva su nombre desde hace diez años se ha ido expandiendo hasta el punto de ser vendida, no solo en varios estados de Venezuela, sino también en Panamá, Colombia y Estados Unidos. “Uno de mis grandes propósitos siempre fue imponer algo informal. Yo confié en lo que proponía: marcar un estilo específico”. Utilizando materiales innovadores y poco tradicionales como el cuero, el bronce y hasta semillas, los accesorios realizados por Érika causaron sensación inmediata y dieron a esta creativa diseñadora un estilo propio e inconfundible. El trabajo realizado es puramente artesanal, dentro de su propio taller ella se encarga de elaborar las ideas principales en torno a cada pieza, desde los materiales a utilizar hasta la ubicación de los dijes, nudos o detalles de cualquier tipo. “A la gente le agrada mucho porque saben que reciben algo hecho por el artista directamente, aunque a veces esperan ver más en el mercado” afirma, agregando que el hecho de ser un proceso tan detallado ha hecho un poco más lenta, mas no ha impedido, la expansión de la marca a escala internacional. “Me encantaría poder distribuir más, Venezuela está casi toda abarcada y me gustaría poder aceptar más propuestas que me han hecho” cuenta, al tiempo que señala que una de sus metas es llevar su trabajo al otro lado del océano y alcanzar, no solo nuestro continente, sino también el mercado europeo. Entre tantos logros profesionales el más importante para ella es la aceptación de la gente y confiesa que, aunque en algunos momentos se sintió escéptica respecto a la reacción del público ante sus materiales y diseños, no tiene nada de que quejarse respecto a ello. Con imágenes y mensajes muy definidos, Érika Yelo es la prueba de que no hay nada que no se pueda lograr con la suficiente voluntad, talento e individualidad. M.P.
