7 agosto, 2023
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Se dice que el verdadero arte es el que examina y hace a su espectador consciente de una realidad que le ha pasado desapercibida. La filmografía de John Petrizzelli es crítica y contemplativa, incluso cuando su tema central sea ficticio, ya que, según él mismo afirma, “si es necesario criticar no se debe dejar de hacerlo”. A fines de los setenta, Petrizzelli era un joven ex-estudiante de Comunicación Social en la Universidad Católica Andrés Bello, cuya ideología izquierdista lo forzó a abandonar aquella institución para ir a estudiar Cine y Televisión en la Universidad de Nueva York, dentro de las mismas aulas que vieron pasar a directores como Martin Scorsese y Jim Jarmusch. Aunque originalmente era la Literatura lo que llamaba su atención, en algún punto se dio cuenta de que su prosa tenía muchísimo más que ver con la imagen, por lo que le pareció lógico dedicarse a plasmar historias, verdaderas o ficticias, en la gran pantalla. Sus primeros trabajos lo llevaron a las Filipinas y más tarde a África, donde estuvo como corresponsal de guerra durante los enfrentamientos civiles en Nigeria y Sudán; fue allí cuando empezó a experimentar con el género documental, uno de los principales elementos en su trabajo actual. Hoy en día, sus más de veinticinco años de carrera han dado vida a producciones como Falsas Historias, María Lionza, Aliento de Orquídeas; Carrao y El Rey del Galerón. Para él, la inspiración viene siempre de temas que le interesen. En el caso del documental, estos tienden a rondar la cultura popular y el folclor venezolano, mas al momento de hacer ficción su visión lo lleva a reflexionar sobre aspectos de la realidad, manteniendo por supuesto ese ojo crítico que se ha convertido en su sello personal. La modestia lo invade cuando se refiere al actual cine venezolano, de cuya nueva generación de autores admite sentirse orgulloso: “Me parece maravilloso que sean ellos quienes estén renovando el cine, creo que ya llegó el momento para que tomen el lugar de los viejos”. Sin embargo, Petrizzelli aún no planea abandonar el puesto que él mismo se ha labrado dentro del séptimo arte nacional, sus proyectos son muchos e innovadores, como Er relajo der Loro, una película que combina la animación con la realidad, y además tiene planes de poner en marcha lo que sería la primera producción de ciencia ficción realizada en el país. Para este hombre el camino es largo, el trabajo es duro y las satisfacciones son muchas. M.P.
