MARTINEZ,Ram

María Suspiro, Bendita, Marisol, Carlota y otras tantas, son los personajes a los que Marisa Román les ha prestado su cuerpo y talento, en su corta pero exitosa carrera ante las cámaras. Aquel día en que escuchó por primera vez un: “Grabando, cinco y acción”, del director Luis Manso en el primer día de grabación de Así es la vida, se confirmó así misma, a sus quince años, que esto era lo suyo: actuar. De padres argentinos, María Isabel Román Bianchetti, es una caraqueña que adora su ciudad, con caos incluido. Aunque estudió dos años de licenciatura en Artes de la UCV, la verdadera escuela fue trabajar en películas y telenovelas de Rctv y Venevisión. Colaboradora, curiosa, leal a sí misma y a los que ama, admite que la razón por la que ha triunfado es una combinación de trabajo constante y muchas ganas de aprender. Le inspiran un buen guión y el contacto con la naturaleza. Para ella el reconocimiento no es más que el aplauso del público, el cariño y el respeto que se ha ganado con el pasar de los años por su trabajo: “A la hora de actuar busco ser honesta. Disfrutar lo que hago y aprender algo nuevo cada día. Me encanta dejar que la vida me sorprenda con nuevos retos profesionales. Siempre me han dicho que soy muy natural, que se me cree lo que hago y eso es lo más importante para mí. Disfruto mucho los personajes que me ponen a prueba como actriz,  los que están llenos de contradicciones, psicologías complicadas y circunstancias difíciles”. Otro de los detalles que valora es formar parte de esa familia de actores y directores que ruedan sus películas en territorio venezolano. Ejemplo de su fidelidad con el cine nacional es su participación en La Hora Cero, donde interpreta a Verónica, una reportera con ansias de fama y triunfos: “Filmándola sucedió algo muy hermoso, rodábamos una secuencia emocionalmente muy comprometida y al terminarla, los más de cincuenta actores que había en el set, arrancaron espontáneamente a aplaudir. Me conmovió mucho esa respuesta de mis compañeros. Para mí lo más valioso es tener la oportunidad de trabajar con estas maravillosas personas que, desde hace décadas, están haciendo cine en el país. Es un orgullo formar parte de la nueva generación de esta familia”. A.B.

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