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La enseñanza de las bellas artes es el arma más certera para moldear a miles de jóvenes y convertirlos en los músicos, bailarines y actores del mañana. En la medida en que se les tiende la oportunidad de educarse y perfeccionar sus talentos, capacidades y habilidades, se contribuye a formar ciudadanos humildes y artistas con la excelencia como norte. A Jhosangely Portillo, Vicmari Ávila y Miguel Belmonte tal oportunidad llegó a sus manos desde muy pequeños y su virtud ha sido saberla aprovechar, hasta convertirse en profesionales del teatro, la danza y la música respectivamente. Jhosangely es miembro de la Escuela Inés Laredo de la Secretaría de Cultura y de la Cofradía de Teatro. Vicmari es bailarina de la Compañía Juvenil Danzas Maracaibo y a la vez es profesora de la Escuela Danzas Típicas Maracaibo, de la cual egresó. Miguel es profesor de música y director orquestal de la Fundación Niño Zuliano. Cada uno cursa en la Universidad José Gregorio Hernández carreras que le ayudan, ya sea a aprovechar otros dones o a complementar su pasión por las bellas artes. Aunque se trata de diferentes modalidades, el sueño de los tres es dar clases, conscientes de que no existe mayor satisfacción en este mundo que la de enseñar. A.B.

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