7 agosto, 2023
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El liderazgo no se gana con la autoridad de un cargo altisonante inscrito en relieve en una tarjeta de presentación; se construye con trabajo, esfuerzo, buenas decisiones y solidaridad hacia el equipo. Ésos son precisamente los afanes que mueven a Leonardo Ferrer, economista egresado de LUZ con un posgrado en Finanzas, quien desde el 2008 asume la gerencia de la sucursal marabina de Cocinas Ferrara. Esta marca fue creada por dos empresarios valencianos de ascendencia griega llamados Nicolás y Georgio Agrapidaki, y de Carabobo se extendió hasta Caracas, Valencia y Lecherías. Luego de asociarse con Daniel Sarcos y Chiquinquirá Delgado, dos luminarias que son además imagen nacional de la marca, se cristalizó el sueño de abrir una sucursal que ofreciera a los selectos consumidores de la zulianos cocinas de factura italiana con complementos provenientes de Austria, Alemania, Brasil y Francia: “Aunque Cocinas Ferrara tiene once años de existencia la gente no conocía mucho la marca. Hubo expectativa desde la apertura. Me incorporé al equipo desde el principio. Aunque tuve varias empresas antes de trabajar con ellos, decidí que era una buena oportunidad. Fue gratificante abrir el local que, en sí mismo, es una obra de arte, de la misma calidad que las más de cinco mil cocinas que hemos instalado en todo el país”. Leonardo expresa orgulloso que por cada cocina instalada se siembran cien árboles, como parte de una campaña en pro del medio ambiente. Además, sus productos cuentan con certificaciones internacionales que garantizan la responsabilidad en el uso de materias primas. Esto es el reflejo de una empresa evolucionada, integrada por un equipo multidisciplinario a cargo de este líder que admite pasar entre diez y doce horas diarias en la oficina de su sucursal: “Vivimos en un mundo que cada vez tiende más hacia la automatización, pero nunca se podrá reemplazar con una máquina al compromiso y al liderazgo”. Definitivamente, por estos días la cocina ha adoptado un papel protagónico, hasta el punto en que las reuniones sociales se han zafado de la formalidad de la sala para vincularse a este espacio intimista, que hoy es central en la decoración y en el desenvolvimiento familiar. Hombres como Leonardo Ferrer hacen posible que este placer pueda gozarse dentro de los límites de la elegancia, la sofisticación y la sustentabilidad. C.W.
