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Desde que el Instituto Venezolano de Fertilidad fue inaugurado en el 2006, Maracaibo cuenta con uno de los centros de salud femenina más modernos del país. Los doctores Abdala Karame, Andrés Alarcón y Ángel Pulgar son los pilares que cimentan el éxito de este instituto, cuya excelencia se mantiene con el  profesionalismo de estos socios y amigos. Cada uno aporta su grano de arena para que sus pacientes, bien sea que se encuentren en edad reproductiva o en el periodo menopáusico, sientan la confianza de saberse atendidas por los mejores profesionales de la ciudad. El Dr. Karame lidera el área de Cirugía Reproductiva e Infertilidad, gracias a su especialización en el Woman Hospital of Texas, en Houston. Su dominio en laparoscopia quirúrgica, ginecológica e histeroscopia le ha valido el reconocimiento profesional, avalado por uno de sus grandes mentores, el Dr. Robert Franklin, presidente de la Sociedad Americana de Fertilidad: “Este tipo de cirugía es muy recomendable por ser mínimamente invasiva o dolorosa y por permitir a las pacientes una recuperación inmediata”. El Dr. Alarcón es el gran aliado de las parejas con problemas reproductivos. Sus estudios en Fertilidad, Reproducción Humana y Medicina Embrionaria y Reproductiva cursados en España, lo calificaron para hacer posible la concepción, a través de técnicas como la fertilización in vitro: “Esta práctica es muy confiable, sin embargo, no siempre debe recurrirse a ella. Son comunes los casos que se resuelven con la inducción de la ovulcaión, coitos programados, monitoreos ovulatorios e inseminación artificial con el semen de la misma pareja”. El tercer pilar del IVF es el Dr. Ángel Pulgar, un ginecólogo obstétra, con un entrenamiento doppler ginecobstétrico obtenido en Buenos Aires, una especialización en Medicina Materno-Fetal del Hospital Universitario Santa Cristina y un entrenamiento en Ecoradiografía Fetal, en el Miami Ultrasound Institute de Panamá. Él se encarga de velar por la evolución del feto durante el embarazo: “Mi área es muy significativa, ya que a través de ella se puede ver el crecimiento del bebé. Soy yo quien está allí la primera vez que una madre ve a su hijo en un ecograma. La idea es que nuestras pacientes no tengan que acudir a otro centro sino que consigan todo aquí. Estoy convencido de que en Medicina no se puede trabajar solo. Es la unión de fuerzas lo que garantiza la excelencia”. C.W. 

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