7 agosto, 2023
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De los ocho años de vida que tiene la Facultad Experimental de Arte de LUZ, cuatro de ellos tienen la huella de Ana Arenas Saavedra. En el 2004 asumió el decanato de una facultad que prácticamente comenzaba desde cero y que vio durante su estadía la creación de importantes proyectos, la consolidación de las escuelas de Música, Artes plásticas y Artes Escénicas y Audiovisuales, pero sobretodo la semilla sembrada para un futuro mejor. Dejar un legado tan importante en LUZ, era de esperarse de alguien que previamente había dedicado más de veinticinco años de docencia en la Escuela de Letras. A su alma máter le retribuyó los años de estudio como titular de cinco cátedras y seminarios, por lo que la gran mayoría de los estudiantes de Letras alguna vez han escuchado clases teniéndola como profesora. “La mayoría de mis alumnos de aquel entonces son hoy en día profesores de la universidad y gente muy valiosa. Eso es algo de lo que me siento muy contenta de mi trayectoria como docente, porque recibí testimonios en vida de un buen trabajo. Sin embargo, al comienzo fue difícil. Tenía estudiantes mucho mayores que yo, pero me gané el respeto de todos pese a mi juventud, gracias a que la literatura siempre fue mi vida”. La historia de esta enamorada de la literatura comenzó de pequeña, cuando para aliviar las noches de crisis asmáticas se refugiaba en la lectura. “Cada vez que pasaba de grado mi papá me llevaba a la librería y me decía: Escoge todos los libros que quieras. Así que llegué al bachillerato con un hábito de leer. Aunque era buena estudiante en materias de ciencias, mi profesor de literatura Tito Balza Santaella siempre me aconsejaba tomar humanidades confiado en que ésa era mi vocación. Por fortuna, le hice caso y ese consejo es algo que siempre le agradeceré”. Su amor por la literatura hispanoamericana la motivó a escribir reconocidos ensayos sobre Gabriel García Márquez y Juan Rulfo, recibiendo con su trabajo sobre éste último premios e invitaciones a dictar conferencias en México para celebrar el centenario de vida del prolífico autor azteca. De la joven abocada a sus estudios de investigación a decana de la FEDA, Ana Arenas ha dejado en su viaje por LUZ un legado motivado por el amor a las artes y la fe de que lo logrado es la cuna de brillantes generaciones. A.B.
